Este texto escrito hace catorce años sigue siendo un importante estímulo para la reflexión acerca del pensamiento polarizado en el que el bien y el mal, Dios y el diablo, el espíritu y el cuerpo, o el autóctono y el extranjero siguen formando un par irreconciliable y sin ninguna posibilidad de diálogo.á
Ideas políticas, religiosas e incluso filiaciones deportivas son un vivo ejemplo de esta forma de codificar la realidad, de la misma forma que en la consulta del psicoterapeuta predominan los trastornos de personalidad en la que mecanismos como la escisión y la polarización están muy presentes.
En la antigüedad tardía dioses como Dioniso, Pan y Hécate o entidades como los démones manifestaban la naturaleza ambigua y contradictoria del ser humano, convirtiéndola en una fuente de diálogo interno, iniciación y creatividad.
El autor de este libro ha ampliado de forma considerable la versión original del texto con la inclusión de nuevos contenidos.
