En este libro el lector tiene el privilegio de intuir, gracias al  diálogo permanente que nuestro especial guía mantiene consigo mismo, el enigma que subyace en toda obra artística.Noteboom no es un historiador del arte ni pretende serlo. Él se deja  llevar por la imaginación, no ofrece respuestas sino que plantea  interrogantes. A través de los ojos del artista-escritor contemplamos,  entre otras, las imágenes alegóricas medievales, los estudios de la  naturaleza de Leonardo da Vinci, los autorretratos de Aert de Gelder o  de Rembrandt, los interiores de Vermeer, los paisajes de Bruegel o las  soledades de Hoper. Y finalmente, sin apenas darnos cuenta, empezamos a ver los cuadros como si fueran personas.Reseña:
«Un volumen lleno de iluminaciones que envidiarían los eruditos.»
Mauricio Montiel Figueiras, Letras Libres