Es esta una breve colección de prosa poética que gira en torno al exilio, la soledad y la enajenación. Una vivencia va llevando a otras en una cadena que se sucede indefectible. El exilio genera incertidumbre, temores, afloran los instintos básicos de supervivencia, el miedo, la rabia. El paso del tiempo comienza a enmascarar el dolor maquillándolo de nostalgia y soledad, una tenue sombra que avanza hasta desdibujar los recuerdos, borrando el límite entre realidad y delirio. La enajenación toma el control como forma de evasión y el alma, por su naturaleza pura y sencilla, se siente confundida y comienza a vagar sin rumbo.El recorrido por varios países con el rótulo de extranjeros, la partida de seres queridos sin posibilidad de despedida, un diagnóstico demoledor para la salud de mi único hijo y la crisis de mi país de origen, conforman el telar cuyos hilos se van cruzando hasta formar una textura Un texto, cuyo fin último es la imperativa necesidad de hurgar en el dolor para enfrentarlo, liberarnos y encontrar el camino de regreso.
