En este libro hay una selección de cuarenta rutas por bosques que merecen la pena ser reseñados, algunos ya son históricos y están bajo la protección de alguna denominación que vela por su conservación.
Tal vez el lector eche de menos el bosquecillo cercano a su casa, ese bosque donde se refugiaba de niño, soñando con lugares encantados, o tal vez aparezca en esta selección. En cualquier caso está libro hecho para disfrutar de esos espacios y de alguna forma de concienciarnos de la importancia de proteger, conservar estos maravillosos bosques y buscar en el futuro la recuperación del bosque autóctono gallego.