Cuando a Gertrudis se le erizaron los cuatro pelos del dedo gordo del pie, Bladislavo supo que su bruja favorita necesitaba vacaciones. ¿Encontrarán su destino ideal? Mantén el libro alejado a un palmo de tu nariz, ya sabes que las brujas y los niños nunca se han llevado bien. Si Gertrudis sabe que estás cerca, ¡corres el riesgo de desaparecer!