Si después de estudiar media hora uno no logra concentrarse, es que ha estudiado mal. En cambio, si después de hacer media hora de oración,uno no ha logrado «concentrarse», no pasa absolutamente nada. Se puede hacer oración con la mirada, con las posturas. Vamos a hablar deoración mental porque a veces nos complicamos, y no la hacemos biendel todo. Hay momentos en los que uno se siente estancado,desconcertado, en crisis. No hay ilusión por seguir el progresoespiritual. el desánimo nos invade. No vemos a Jesús. Nos satisfacemás una buena comida, un partido de fútbol o una tarde con los amigosque un rato de oración. ¿Qué me ocurre En este libro hallarás algunasclaves. Lo mejor que podemos hacer durante los períodos negativos esconcedernos una tregua a nosotros mismos para entablar un diálogoprofundo con Dios.