Es la historia de Matalasca¤as y Torre de la Higuera, pues por ambos nombres es sobradamente conocido este id¡lico lugar al sur del Roc¡o y a orillas del mar, la que contienen las p ginas de este libro, la que yo conozco, la que he fotografiado, la que he vivido en mis numerosas visitas y la que he encontrado investigando sus or¡genes.Afloran estas, algunas como ap‚ndices de hijos que se emanciparon en sus cercan¡as. Otras veces, como hermanos cercanos con un destino geogr fico com£n, tanto a su derecha como a su izquierda, m s o menos lejanas, pero unidas todas a trav‚s del nexo mar¡timo, ese agua salada que las ba¤a, tanto o m s que el terrestre, como el de la pesca de los atunes, la gesta de los descubrimientos, la del nada edificante contrabando, y, otros hechos como el del terremoto, seguido del maremoto, que tanto le afect¢ hace siglos.Historias propias y de sus vecindades, que, por no ser muy prolijo, acaban y desembocan en la, tal vez desconocida, odisea vivida para lograr que se autorizara y creara su urbanizaci¢n y por ende, su leg¡timo asentamiento humano y urbano que hoy d¡a constituye su existen
