La magua es la pena, la lástima, el desconsuelo
que se ha instalado en el cuerpo de Guadalupe
Bencomo Correa y es capaz de contar la historia
extraordinaria de una mujer corriente. La magua
se convierte en la narradora desde el interior
del cuerpo de una camarera de piso que está a
punto de jubilarse y que se ve sorprendida por
un acontecimiento que la devuelve al pasado
para encontrarse en su nieta Cathaysa. El diálogo
intergeneracional nos permite reconocernos
en un relato que se mece entre dos tiempos de
libertades distintas, entre dos islas, Tenerife y La
Gomera, y entre dos continentes, la orilla de África
y Europa. Guada es la mujer pitera que florece en
el ocaso.
