«Son espejismos. No son reales».
A pesar de que los miembros de su raza fueron violentamente expulsados de Meindra, un sandela haregresado. Su presencia amenaza la realidad de todos los habitantesdel continente, que recuerdan con pavor cómo fueron manipulados en elpasado y temen ser engañados por medio de espejismos una vez más.
En Kisela, los alumnos continúan su estricta formación paraconvertirse en kie-hais. Ellos, los Guardianes de la Realidad, son los únicos que pueden impedir que los sandelas vuelvan a someter a loshumanos.
Tras su osada incursión a Arenas Negras, Kay y los otroskie-hais tendrán que investigar acerca del Golpe, una misteriosaconspiración urdida por senadores, sandelas y una peligrosa banda dedelincuentes. Harán todo lo posible para tratar de impedirlo yasegurar, así, que la realidad no se vea comprometida. Lo que ningunode ellos imagina es que, tras lo que está por venir, nada volverá aser lo mismo.