Los amantes andaluces (1633) salió de las prensas catalanas deSebastián de Cormellas, a quien Alonso de Castillo Solórzano habíafiado ya la publicación de Noches de placer (1631) y Las harpías enMadrid (1631). Coincide, pues, con el apogeo tanto del género de lanovela corta como de la carrera literaria del maestresala deTordesillas. Se trata, empero, de uno de los pocos ensayos de«narrativa larga» dentro de su vasto corpus.
A partir de un marcode cuño boccacciano, despliega aquí una suerte de siete novelle,hilvanadas alrededor de la peripecia de los nobles Félix de Monsalve y Laura Esquivel. Esta versión hispalense de Romeo y Julieta discurre a caballo entre España e Italia; y sus tramas edificantes, sujetosaristocráticos y estilemas cortesanos vienen a apuntalar los motivos y argumentos más habituales del autor de Tiempo de regocijo (1627).