Desde hace 300 años los masones se llaman a sí mismos hijos de laAcacia porque este árbol, al tener la hoja perenne, simboliza lainmortalidad. Este libro explica la historia de la masonería a travésde sus más altos dirigentes, las razones de que fuera prohibida ennumerosos Estados e, incluso, condenada por diversas confesionesreligiosas: se la acusaba de conspirar contra el trono y el altar conla finalidad de imponer una República Universal. De hecho, paramuchos, la masonería fue y es una sociedad secreta al servicio deorganizaciones republicanas, izquierdistas y anticlericales. Noobstante, la presencia de nobles en las logias, con su perfilconservador, monárquico y católico, plantea una inquietante paradoja.Durante los siglos XVIII y XIX, fueron masones numerosos monarcas deEuropa y buena parte de la nobleza titulada que ocupaba los más altoscargos políticos. Igualmente, eran masones cientos de sacerdotescatólicos, muchos de ellos cardenales y obispos. Así las cosas ¿porqué motivo tales monarcas, como jefes de Estado de sus respectivosterritorios, participarían en una revolución que buscaba