La hostilidad contra Israel no escatima contradicciones e imposibles. Limpieza étnica y apartheid son incongruentes entre sí. Si se da la primera sobra la segunda. También crímenes de guerra y genocidio. Los crímenes de guerra quedan subsumidos y serían funcionales de cara a un genocidio, que privaría de toda relevancia al resto. No puede mantenerse ya la ecuación bélica «Palestina-Israel», ahora con nuevos y numerosos actores: Hizbolah, Irán, proxis sirios e iraquíes, hutíes. Sobran actores completamente ajenos, pero faltan palestinos: los palestinos israelíes (2 M), cisjordanos, campamentos de refugiados del Líbano, Siria y Jordania. De 7 millones de palestinos sólo hay 2 en el campo de batalla.