La cita elegida por Alejandro Mansilla en ‚sta, su tercera novela, es un faro para navegantes. Palabras como memoria y eternidad dan la primera coordenada por donde deber moverse el lector. Al decir de Borges, ?toda historia que se escribe es una novela o un cuento fant stico? y ?La palabra seg£n Emilia? no escapa a esos laber¡nticos senderos, ya que la emoci¢n y la expectativa llevar n al lector a ser parte de una maravillosa aventura, donde descubrir inquietantes personajes, cuyo sino parece ser el de trascender el paso de los siglos con envidiable habilidad.Quien comienza a narrar esta historia ha perdido la noci¢n del tiempo. Y, en esa p‚rdida, se mueven los actores, buscando el origen o la certitud de sus vidas. La sorpresiva muerte de la t¡a True, los £ltimos d¡as de Massimiliano Damasceno, milagros acaecidos por magas y doncellas, el juego de la eterna metamorfosis y la promesa de un amor encarnada en la figura del joven Estenio, hace que los destinos se crucen, tambi‚n distanci ndose? Ser¡a bueno recordar quienes fuimos en otras vidas, qui‚n nos reclama terminar lo que dejamos inconcluso y finaliza