Qué raro es todo en la superficie recoge, en veinte relatos breves, la sorpresa de quien sigue jugando con el mundo para crear y desenterrar personajes a los que se les debía una historia. Por aquí se asomanescritores pasmados, sicarios con boina, paseantes perdidos, padresque siguen siendo hijos, superhéroes de barrio, mitólogos a la fuerzao enfermeras que saben esperar al último baile.Con un estilo que mezcla el chispazo de un chat con el costumbrismoque merece una infancia en la playa, este libro refleja la extrañezade no entender el mundo pero querer contarlo, de reconocer elpatetismo de un héroe y aún aspirar a serlo, de ser un gamer y añorarla pesca con palangre.