La complejidad del paciente grave requiere de un abordaje multidisciplinario en el que los marcadores de diferente ¡ndole son fundamentales para asegurar las mejores estrategias diagn¢sticas y terap‚uticas. En este sentido, la ultrasonograf¡a se ha posicionado como una herramienta fundamental en las unidades de medicina intensiva, ya que ha permitido un manejo y un diagn¢stico m s racionales, as¡ como el seguimiento y el impacto en tiempo real y continuo en diferentes variables e intervenciones. La ultrasonograf¡a lleg¢ para quedarse y ser adoptada por los intensivistas como una aliada estrat‚gica, ganando d¡a con d¡a un lugar de m s impacto en la pr ctica cotidiana, debido a que ha permitido la evaluaci¢n directa no s¢lo de la anatom¡a, sino tambi‚n de un gran n£mero de funciones org nicas, lo que ha permitido un acercamiento a la fisiolog¡a y la fisiopatolog¡a. De esta manera, es parte integral del complejo ejercicio integrado por la cl¡nica, los marcadores celulares, bioqu¡micos y moleculares y las t‚cnicas radiol¢gicas. El inicio fue dif¡cil; no todos estaban de acuerdo en que el intensivista adoptara a