He escrito este libro de rodillas sobre verdades que tengo grabadas en mi corazón desde niño. Las aprendí en los brazos de mi santa madre. Ella, una mujer de fe, me fue enseñando estas grandes verdades porque me amaba y quería mi bien. Y ahora te las cuento a ti, mi querido lector. No sé si las has pensado alguna vez o si las has reflexionado muchas veces. No importa. Te invito a abrir este libro, que además es breve y sencillo. No he querido irme por las ramas de la teología o filosofía obtusa. No. Algo sencillo que entenderás a la primera. Y he escrito este libro porque quiero lo mejor para ti. Quiero que seas feliz y llegues a la felicidad completa al lado de Dios. Nada más.