Sólo los inconformistas buscan nuevos caminos. No se trata de cuestionar nada, sino de sumar, de contribuir y de crecer. La Escuela de Pastelería de Barcelona ha sido, sigue siendo y será eso, una escuela de pastelería, y posiblemente de las mejores a nivel internacional. Pero sin dejar de ser una escuela de pastelería, ya desde hace unos años es algo más, mucho más. Es un centro formativo abierto a cualquier manifestación gastronómica. Y un claro ejemplo de este espíritu es el propio autor de este libro, cocinero de oficio y apasionado de la pastelería, de las confituras, de la panadería, de la bollería…