Los deseos pueden ser grandes o pequen~os, fugaces o duraderos.Caprichosos, secretos, incomprensibles, contagiosos. Pero lo mejor delos deseos es que a veces se cumplen. Y que, a cada paso, hay unaocasio n para pedirlos. Basta con abrir la puerta (o este libro) ysacar a pasear la imaginacio n.